Don
Manuel Díaz de Terán Fernández fue el fundador de la empresa DITER, fundición y
posterior fábrica de motores.
Todo
comenzó a finales del Siglo XIX, cuando su padre, Don Manuel Díaz de Terán
Rodríguez se trasladó desde Sevilla a Zafra con su familia el día 1 de Febrero de 1878,
montando allí un pequeño negocio para vender madera con 30.000 reales
facilitados por Don Constancio Gómez, vecino de Zafra.
La fábrica estaba
establecida en el lugar conocido como Campo de Sevilla. El negocio daba sus
frutos, y le añadió además una pequeña fundición de hierro algo deficiente en
sus inicios.
En 1903 se compró un trozo de terreno al Ayuntamiento y construyeron una nueva fundición que se convirtió en un taller de motores. Durante estos años realizaron obras como el armazón del Salón Romero, el herraje de la estación de autobuses de Almendralejo, y otras obras menores como prensas de vino, norias, etc.
En 1911,
Don Manuel Díaz de Terán Rodríguez, su padre, repartió su capital antes de
retirarse. El capital ascendía a 185.266 pesetas (cantidad muy importante para
la época). Sus hijos Manuel y Pepe continuaron con la obra de su padre. La empresa Diter pasó de taller a fábrica a principios del Siglo XX. La
fundición fue sufriendo sucesivas remodelaciones hasta que se decidió construir
una nueva en la zona conocida como Hoyo Lairón. Se ampliaron sus locales y se distribuyeron en dependencias perfectamente trazadas y ordenadas en las que destacaban seis naves de 60x25 metros.
Hacia los años cuarenta existían salas de montaje, talleres mecánicos y de forja, y al lado de la fábroca se localizó en barrio obrero.
Con el
tiempo, su empresa comenzó a ganar popularidad y empezaron a fabricar
maquinarias de diferentes usos, lo cual les ganó más popularidad gracias a la
falta de maquinas tras el golpe de estado del fascismo en España.
Por el
año 1940 aproximadamente su empresa, “Diter”, inicia la construcción de su
primer motor propio, aunque no es hasta 1949 cuando se consigue el motor con
patentes propias. Este motor trajo más años de prosperidad a la empresa, el
cual se popularizó rápidamente hasta tal punto de llegar a ser usado de manera
internacional.
Gracias a
este motor y toda la publicidad extendida gracias al sistema propagandístico
del régimen, llegaron a colaborar con la célebre MWM, uno de los principales
fabricantes alemanes de motores Diesel, juntándolas para crear unos motores
llamados MWM-Diter.
Su empresa, la cual ya exportaba a todos los países del mundo gracias a su “competitivo producto”, lograron ser “líderes de exportación” durante varios años.
Aún así y
como toda empresa, la Diter sufrió sus altibajos y sus cambios, unos para bien
y otros para mal.
Pero a
pesar de todo, Don Manuel Díaz de Terán y su familia supieron llevar sabiamente
esta empresa, la cual a día de hoy todavía perdura.
-Galería fotográfica-
Taller de la Diter.
Otra foto de Taller.
La familia Díaz de Terán.
Cartel de la Diter.
Ejemplar de una Noria fabricada por la Diter.
Llavero de la familia Terán.
Opinión de la prensa de la época sobre la Diter.
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