miércoles, 21 de mayo de 2014

ANALIZO

Analizo
La fachada principal del Alcázar de Zafra.

Construido entre 1437  y 1443 por Lorenzo Suárez de Figueroa, primer conde de Zafra, lo primero que observo es que no es como otros castillos que eran fortalezas inexpugnables situadas sobre montañas rocosas, sino que parece una lujosa vivienda, que al parecer era su objetivo final.

La fachada principal es una enorme muralla levantada con pizarra y ladrillo. Se divisan cuatro torreones (veinticuatro metros de altura), dos de ellos situados en las esquinas y dos flanqueando la puerta de entrada.  La puerta termina en arco de medio punto en piedra y, sobre ella, hay una lápida que contiene los escudos de las cinco hojas de higuera y los leones de brazo alado en posición rampante de Doña María Manuel, así como la inscripción grabada en la misma piedra de quién lo mandó construir y el año de finalización de 1443.

A más altura sobre la puerta hay una ventana germinada con una columna de mármol blanco en el medio, y bajo esta, en granito, se leen los nombres “Figueroa” y “Manuel”. Finalmente, en la parte alta sobre la entrada hay una especie de balcón de piedra.

Las murallas están coronadas de almenas terminadas en pirámides, al igual que los cuatro torreones. Según he averiguado, a finales del Siglo XVI, se decidió reformar el Alcázar tanto en el exterior como en su interior. Esto se aprecia a simple vista por los añadidos que ocultan la estructura exterior de la fachada, y consisten en dos estructuras prismáticas rectangulares con entradas laterales a la puerta principal, y ventanas cuadradas enrejadas. Los añadidos, con terrazas superiores,  están terminados en balconeras  y están lucidos en color amarillo, por lo que se nota que no tienen nada que ver con el resto de la estructura en cuanto a su estilo.

La obra original sería de estilo gótico con influencias árabes (parece que intervinieron en su construcción maestros canteros árabes), mientras que los añadidos, al igual que el patio interior tienen un claro estilo renacentista (sería el propio Juan de Herrera, arquitecto del Escorial, quien habría diseñado las reformas)
En conclusión, es una construcción impresionante, tanto por sus muros almenados, como por sus torreones, especialmente la torre del homenaje situada en la parte oriental del Alcázar, e incluso los añadidos posteriores renacentistas resultan elegantes, especialmente su patio interior, el cual me ha gustado desde pequeña.

Actualmente allí se encuentra “El Parador Nacional de Turismo de Zafra”, aunque debido a la situación económica actual, su futuro como parador nacional resulta incierto.


Fachada occidental del Palacio.

Otra vista del Palacio.

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